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A las 6.54 empecé a escribir un texto porque no sé,
realmente no sé porque, por la manía de escribir,
porque muchas veces me ordena escribir las cosas o
encuentro mientras escribo respuestas que sin
escribir se me escapan o simplemente porque me
había hastiado de ver películas para ese examen
maldito y necesitaba hacer algo. Estuve una hora
escribiéndolo. Era una boludez, o no, o no importa,
solo me importaba a mí, solo me servía a mí. Lo perdí
y pasé una hora más buscando en foros la manera de
recuperarlo. No hay manera. Lo que saco de esto es lo
obstinada que soy, la manía en insistir con cosas que
están perdidas. Se parece demasiado a mi vida
romántica. Hablaba de eso, claro. De cómo por tal y
cual motivo termino resultándole repulsiva a gente
que me resulta interesante, en ese ámbito de la vida.
Y más allá de que yo tenga o no características
infames universales o esas personas tengan lo mismo
o simplemente sean formas de existencia
incompatibles; el tema es la obstinación. La
obstinación y la insistencia y específicamente la
creencia infantil, inocente e incoherente de que
puedo solucionarlo con mis palabras. Cuando son las
mismas palabras y mi tendencia a expresarme
demasiado y demasiado vehementemente, lo que me
trae problemas en primera instancia. Decía allá que ya
no confío en las palabras, las palabras me vienen
traicionando hace mucho, estoy en guerra con las
palabras. También conmigo misma lo que hace todo
bastante complicado.
Una vez un amigo muy querido me dijo que no se
podía estar en guerra con uno mismo y con el mundo
al mismo tiempo, que a lo sumo si no se podía estar
en paz con ambos había que elegir. Ultimamente con
amigos sale mucho el tema sinceridad. Del valor y el
uso de la sinceridad. Y a mí la verdad es que mucho
no me sirve. Por h o por b, siempre me termina
perjudicando. También el tema de la intensidad, del
valor y uso de las intensidades, otro tema popular
alrededor mío. Tampoco le encuentro la gracia a la
intensidad. No le encuentro más la gracia a nada que
traiga malestar. Lo cual es irónico porque entonces
como insisto en la insistencia, con personas que me
traen malestar.
Básicamente si hago algo así como un diagrama o
ecuación, el resultado es que ser yo misma, al menos
en este momento, no garpa. Sobre todo la
obstinación, sumada a la imaginación al pedo que
tengo que me hace ver belleza en la contradicción
ajena, así se haga carne en forma de sufrimiento
propio. Es como que yo veo la belleza a través -o
incluso en- lo que considero deformidades
emocionales, pero nunca vuelve esa forma de
entender lo “defectuoso” hacia o en mí. Siendo,
dentro de mi personal locura y oscuridad, una
persona que al menos es consciente de su locura y
oscuridad; me engancho con personas que están en
cero en lo que respecta a analizar o ser críticos de sus
locuras y oscuridades.
E insisto e insisto, como una enajenada, en apreciar lo
que debería ser inapreciable por digamos, orgullo
bien entendido o mera supervivencia emocional. Soy
como la mantis macho que termina decapitada
después de copular. La diferencia es que la mantis
macho no sabe que va a ser decapitada, y yo a esta
altura ya sé cuando me van a decapitar. pero voy
igual, irracional y obstinada a copular con mantis
hembras que me terminan decapitando. Que feo
escribir estas cosas, además la palabra copular ya es
monstruosa sola. Algo así más o menos decía en el
texto que se perdió en el éter.
Que tuve la epifanía de que debo ser algo
incomprensible a la vez que monstruoso para estos
machos humanos con alma de mantis hembra. Que
debo ser algo incomprensible y monstruoso, a la vez
que para mí ellos son misteriosos y mágicos porque
no sé, porque evidentemente tengo objetos no
identificados atravesados en la cabeza que me hacen
ver cosas. ver cosas donde no existen, es claramente
una forma de locura. lo peor de esta locura es que no
es total entonces pienso que estoy cuerda y encima
soy obstinada. si al menos pudiera estar loca del todo
y pasarla bomba en mi mundo de unicornios. Pero no,
está el mundo de los unicornios, y después está la
realidad, y cuando intento que esas cosas coordinen
de pronto me doy cuenta que más que unicornios voy
coleccionando monstruos, fantasmas y experiencias
infernales. Y no es gracioso. No es gracioso pero me
río, pero no es gracioso. Pero me río porque, si no me
río que voy a hacer, llorar? Daría igual si me
importase un cuerno todo, realmente incluso la
pasaría mejor y si pudiera lobotomizarme lo haría
encantada. (Quisiera estar al menos medicada,
simplemente porque tengo la fantasía de que con
menos sensibilidad mi imaginación desbocada estaría
a raya y entonces dejaría de flashear unicornios. Y
podría ser menos adjetival, menos intensa, menos
obstinada. Más funcional, menos contradictoria y
menos insoportable, sobre todo: para mí. Tal vez
podría amigarme conmigo así y después sentirme
verdaderamente integrada a la humanidad. Nada en
exceso es bueno y la hiper-consciencia de los defectos
propios definitivamente no es algo que ayude a
mantener algo así como una buena salud mental.) No
obstante, el tema de los sentimientos como
inmanejables, la visión del amor para mí es falaz. Así
como creo unicornios, creo que en el fondo TODO se
puede controlar, incluso los sentimientos humanos.
Tengo esta fantasía megalómana de que un día voy a
poder controlar lo que siento y sobre todo voy dejar
de flashear unicornios. Y si estoy equivocada no
importa porque por suerte la vida humana es finita.
Lo que sea que pase, conmigo, los unicornios, etc;
tiene fecha de caducidad. Que placer recordarlo. La
muerte, más que morbo o fantasía-emo-escape, es
una certeza tranquilizante. Si no supiera que me voy a
morir alguna vez, dudo que pudiera tener sentido del
humor eventualmente. Y si alguien llega a
demostrarme que la reencarnación existe y estoy
condenada al loop de fracaso en cuanto a la guerra y
los unicornios, probablemente le escupiría en la cara.
realmente no sé porque, por la manía de escribir,
porque muchas veces me ordena escribir las cosas o
encuentro mientras escribo respuestas que sin
escribir se me escapan o simplemente porque me
había hastiado de ver películas para ese examen
maldito y necesitaba hacer algo. Estuve una hora
escribiéndolo. Era una boludez, o no, o no importa,
solo me importaba a mí, solo me servía a mí. Lo perdí
y pasé una hora más buscando en foros la manera de
recuperarlo. No hay manera. Lo que saco de esto es lo
obstinada que soy, la manía en insistir con cosas que
están perdidas. Se parece demasiado a mi vida
romántica. Hablaba de eso, claro. De cómo por tal y
cual motivo termino resultándole repulsiva a gente
que me resulta interesante, en ese ámbito de la vida.
Y más allá de que yo tenga o no características
infames universales o esas personas tengan lo mismo
o simplemente sean formas de existencia
incompatibles; el tema es la obstinación. La
obstinación y la insistencia y específicamente la
creencia infantil, inocente e incoherente de que
puedo solucionarlo con mis palabras. Cuando son las
mismas palabras y mi tendencia a expresarme
demasiado y demasiado vehementemente, lo que me
trae problemas en primera instancia. Decía allá que ya
no confío en las palabras, las palabras me vienen
traicionando hace mucho, estoy en guerra con las
palabras. También conmigo misma lo que hace todo
bastante complicado.
Una vez un amigo muy querido me dijo que no se
podía estar en guerra con uno mismo y con el mundo
al mismo tiempo, que a lo sumo si no se podía estar
en paz con ambos había que elegir. Ultimamente con
amigos sale mucho el tema sinceridad. Del valor y el
uso de la sinceridad. Y a mí la verdad es que mucho
no me sirve. Por h o por b, siempre me termina
perjudicando. También el tema de la intensidad, del
valor y uso de las intensidades, otro tema popular
alrededor mío. Tampoco le encuentro la gracia a la
intensidad. No le encuentro más la gracia a nada que
traiga malestar. Lo cual es irónico porque entonces
como insisto en la insistencia, con personas que me
traen malestar.
Básicamente si hago algo así como un diagrama o
ecuación, el resultado es que ser yo misma, al menos
en este momento, no garpa. Sobre todo la
obstinación, sumada a la imaginación al pedo que
tengo que me hace ver belleza en la contradicción
ajena, así se haga carne en forma de sufrimiento
propio. Es como que yo veo la belleza a través -o
incluso en- lo que considero deformidades
emocionales, pero nunca vuelve esa forma de
entender lo “defectuoso” hacia o en mí. Siendo,
dentro de mi personal locura y oscuridad, una
persona que al menos es consciente de su locura y
oscuridad; me engancho con personas que están en
cero en lo que respecta a analizar o ser críticos de sus
locuras y oscuridades.
E insisto e insisto, como una enajenada, en apreciar lo
que debería ser inapreciable por digamos, orgullo
bien entendido o mera supervivencia emocional. Soy
como la mantis macho que termina decapitada
después de copular. La diferencia es que la mantis
macho no sabe que va a ser decapitada, y yo a esta
altura ya sé cuando me van a decapitar. pero voy
igual, irracional y obstinada a copular con mantis
hembras que me terminan decapitando. Que feo
escribir estas cosas, además la palabra copular ya es
monstruosa sola. Algo así más o menos decía en el
texto que se perdió en el éter.
Que tuve la epifanía de que debo ser algo
incomprensible a la vez que monstruoso para estos
machos humanos con alma de mantis hembra. Que
debo ser algo incomprensible y monstruoso, a la vez
que para mí ellos son misteriosos y mágicos porque
no sé, porque evidentemente tengo objetos no
identificados atravesados en la cabeza que me hacen
ver cosas. ver cosas donde no existen, es claramente
una forma de locura. lo peor de esta locura es que no
es total entonces pienso que estoy cuerda y encima
soy obstinada. si al menos pudiera estar loca del todo
y pasarla bomba en mi mundo de unicornios. Pero no,
está el mundo de los unicornios, y después está la
realidad, y cuando intento que esas cosas coordinen
de pronto me doy cuenta que más que unicornios voy
coleccionando monstruos, fantasmas y experiencias
infernales. Y no es gracioso. No es gracioso pero me
río, pero no es gracioso. Pero me río porque, si no me
río que voy a hacer, llorar? Daría igual si me
importase un cuerno todo, realmente incluso la
pasaría mejor y si pudiera lobotomizarme lo haría
encantada. (Quisiera estar al menos medicada,
simplemente porque tengo la fantasía de que con
menos sensibilidad mi imaginación desbocada estaría
a raya y entonces dejaría de flashear unicornios. Y
podría ser menos adjetival, menos intensa, menos
obstinada. Más funcional, menos contradictoria y
menos insoportable, sobre todo: para mí. Tal vez
podría amigarme conmigo así y después sentirme
verdaderamente integrada a la humanidad. Nada en
exceso es bueno y la hiper-consciencia de los defectos
propios definitivamente no es algo que ayude a
mantener algo así como una buena salud mental.) No
obstante, el tema de los sentimientos como
inmanejables, la visión del amor para mí es falaz. Así
como creo unicornios, creo que en el fondo TODO se
puede controlar, incluso los sentimientos humanos.
Tengo esta fantasía megalómana de que un día voy a
poder controlar lo que siento y sobre todo voy dejar
de flashear unicornios. Y si estoy equivocada no
importa porque por suerte la vida humana es finita.
Lo que sea que pase, conmigo, los unicornios, etc;
tiene fecha de caducidad. Que placer recordarlo. La
muerte, más que morbo o fantasía-emo-escape, es
una certeza tranquilizante. Si no supiera que me voy a
morir alguna vez, dudo que pudiera tener sentido del
humor eventualmente. Y si alguien llega a
demostrarme que la reencarnación existe y estoy
condenada al loop de fracaso en cuanto a la guerra y
los unicornios, probablemente le escupiría en la cara.
2
PUTO
3
Que cojones es esto? LMFAOOO
4
existes??
5
suicidate
6
nadie te va recordar
7
Si nadie me va a recordar, entonces no me suicido.
Cuando sepa que dejé mi marca, ahí si chau.
Cuando sepa que dejé mi marca, ahí si chau.
8
chorga
9
AMO ESA PALABRA. amo la palabra chorga, venía pensando en usarla, pero nunca la usé.
pd: no soy esl que la escribió en el 8
pd: no soy esl que la escribió en el 8
10
es una enorme palabra, no la usaba hace rato y me rei en voz alta, hay que traerla de vuelta
11
BUENA PALABRA, YO VENIA PENSANDO "VOY A ENTRAR A WEB CATPURPLE Y VOY A IR GATO AZUL NUMERO 8 A ESCRIBIR chorga" Y ME ENCUENTRO CON QUE YA ME HABIAN GANADO LA IDEA, DEMONIOS TIO ME HAS JODIDO EL PUTO DIA
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