Cat purple

May 02, 2023

He leído cat/gray/975, y estoy totalmente de acuerdo con gato gris 999. Es un tema muy común en la ciencia ficción, la vida extraterrestre: Seres inteligentes "como nosotros" en otros planetas, otras galaxias... Hay científicos que estudian si existe, otras personas que se lo plantean, lo creen firmemente o lo niegan. Desde Carl Sagan a Enrico Fermi, ha sido algo que se ha debatido desde hace mucho tiempo. La probabilidad de que ocurra la vida es tan remótamente pequeña que personalmente ya me parece una complejísima casualidad que existamos, y hayamos llegado a donde estamos.

Si te paras a pensar, hay demasiadas cosas que tienen que darse para que ocurra la vida. No solo hablo de que haya agua, una atmósfera, una distancia a la estrella viable, etc., sino a que, una vez ya surgida la vida (las primeras biomoléculas y más adelante células procariotas), cada paso que tuvo que ocurrir para llegar a donde estamos no es para nada simple y fácil de que ocurra.

La endosimbiosis: Que en algún momento, una célula grande se coma a otra más pequeña y, en vez de digerirla, como debería haber pasado y como había pasado trillones de veces antes, de alguna forma azarosa y sin razón alguna, se mantuviera viva en su interior, dándole energía a cambio de protección y nutrientes para vivir, por así decirlo. Ahí comenzó la simbiosis, y lo que una vez fue esa pequeña célula, ahora lo conocemos como "mitocondria", presente en todas nuestras células como un orgánulo, pero con un ADN y estructura que cuadran completamente con las células procariotas, dando evidencia de su origen.

La pluricelularidad: Posiblemente algún tipo de organismo unicelular en cierto momento comenzó a agregarse con otros de su especie, aumentando su supervivencia. El organismo se fue adaptando cada vez más a esta asociación, hasta que los distintos individuos fueron tomando distintas funciones, especializándose y convirtiénsode en lo que conocemos como células, que con el tiempo formarían tejidos más especializados, y tras millones de años de evolución acabarían formando animales (esponjas) y plantas (algas), que con más evolución terminarían llegando a seres más complejos como los peces.

Y aquí es cuando la diversidad se dispara. Solo imaginar cómo funciona el ojo humano. Es un complejo sistema que transforma distintos patrones de luz en señales eléctricas (osea, la información que manejan nuestras neuronas). ¿Cómo puede pasar de una esponja o una medusa, a desarrollar un ojo como el que conocemos? Pues poco a poco, los animales que podían percibir donde había algo de luz, tenían más posibilidades de supervivencia, ya que allí podría haber más algas para comer, y se fue desarrollando un órgano primario que simplemente interpretaba la luz de su entorno, de forma muy simple. Tras millones de años de evolución, el órgano se adaptó poco a poco para poder captar mejor de dónde venía la luz, su intensidad, color, y simultaneamente el sistema nervioso (cerebro) fue evolucionando también, siendo capaz de interpretar mejor la información del entorno, y de responder adecuadamente.

Y eso centrándonos, por ejemplo, en el ojo, pero cualquier otra cosa en la que te fijes de la naturaleza ha tenido una evolución igual de compleja: Las flores y frutos, las micorrizas (simbiosis entre hongos y árboles), las alas de las aves, cualquier órgano interno como el corazón, el pulmón, o lo más impresionante de todo: El cerebro.

Y sí, el cerebro es un órgano muy difícil de entender, y aunque se sepa bastante de como funciona, aún hay cosas que no se comprenden y se siguen estudiando. Y lo que más me fascina de todo, y es a lo que quiero llegar desde un principio, es la consciencia. ¿Qué es la consciencia? Es una pregunta difícil de responder, pienso yo. Sí, está en el cerebro, ¿pero dónde exactamente? Se supone que es lo que nos hace a nosotros, bueno, "conscientes", ¿pero cómo lo hace? Todas estas preguntas tan fundamentales, que podrían responder el mítico "¿qué somos?", me causan tanta curiosidad que me planteo actualmente dedicarme a investigar el cerebro. También me interesa la genética, y si todo sale bien será de lo que termine trabajando, pero el funcionamiento del cerebro siempre será algo que me gustaría saber en algún momento de mi vida.

Como dijo Carl Sagan, "Somos polvo de estrellas". Los átomos que componen mi cuerpo, antiguamente pertenecieron a otros seres vivos, al agua, al aire, a la tierra... Y aún así, la combinación casual de todos ellos ha terminado resultando en un "alguien" que puede pensar acerca de ello. Alguien que puede "pensar", signifique lo que signifique esa palabra realmente. Y lo que quedará de mí, volverá al agua, al aire y a la tierra, y probablemente mis átomos pasarán a formar parte de muchos otros seres vivos. Eso pasa continuamente, de hecho. Ni siquiera hace falta que, por ejemplo, la sangre de una herida caiga al suelo, para que intercambies una muy muy pequeña parte de tí con lo que te rodea. Aunque en ningún momento dejas de ser tú. Lo que conocemos como una "persona" es un conjunto de átomos en una formación específica, que a gran escala forma ese concepto de persona. Y se discutía en la antigua Grecia, "Si a un barco le vamos cambiando las piezas, una a una, hasta que ninguna es la que tenía originalmente, ¿sigue siendo el mismo barco?". Y yo me planteo lo mismo acerca de nosotros. Es verdad que no todos los átomos de nuestro cuerpo cambian, mientras estamos vivos, pero igualmente es interesante pensar acerca de ello.

No se si pretendo llegar a alguna conclusión con esta reflexión interna, pero me parece interesante al menos dedicar un rato a pensar en este tipo de cosas, y de paso escribir sobre ellas. Gracias por leer todo esto, si llegaste hasta aquí. Y buena suerte, en lo que la necesites.

-fr1001